domingo, 11 de agosto de 2019

Sierra de Albarracín

¡Hola de nuevo!

Mientras seguimos esperando que llegue Octubre para disfrutar de las siguientes vacaciones "de verdad" hemos aprovechado este fin de semana para escapar del calor de Zaragoza y acercarnos hasta la Sierra de Albarracín en Teruel.

Esta comarca situada al suroeste de la provincia de Teruel está formada por 25 municipios y apenas alcanza los 5000 habitantes, lo que la convierte en una de las regiones más despobladas de Europa.

La comarca atesora varios puntos y rutas de interés natural y cultural. Uno de ellos es el Paisaje Protegido de los Pinares del Rodeno, bosque asentado sobre una zona de piedra arenisca de color rojizo.

Os proponemos el Centro de Interpretación de Dornaque como punto de partida para realizar varias excursiones de diferente duración y nivel de dificultad en las que podréis encontrar pinturas rupestres y deleitaos con el contraste de colores y las caprichosas formas que el tiempo ha dado a las rocas.





















































































Una vez terminada le excursión, nos dirigimos por la A-1704 a Calomarde, donde podemos admirar una de las cascadas más famosas de la provincia de Teruel.
Sorprende por su belleza y su gran salto de agua. Existe un aparcamiento desde el que puede accederse fácilmente a través de una senda acondicionada a la parte baja del salto y también dispone de un área recreativa con zona de juegos y espacio para barbacoa.

Desde la localidad de Calomarde existe la posibilidad de hacer la conocida como "Ruta de las Pasarelas". Hacía mucho calor y era casi hora de comer por lo que decidimos continuar nuestra ruta. Nos la apuntamos para otra ocasión.





Nuestra siguiente parada nos lleva al Monumento del Nacimiento del Río Tajo.

Este conjunto escultórico de José Gonzalo Vives escenifica la grandeza del origen y nacimiento del río más largo de la Península Ibérica.
En él están representadas las tres provincias que ven nacer al río Tajo (Guadalajara, Cuenca y Teruel) y la escultura predominante del conjunto es el "Padre Tajo" donde sus barbas extendidas hacen referencia a la gran longitud de este río y representan las fuentes que manan aguas cristalinas del deshielo. A su vez, la espada simboliza el mismo nombre del río Tajo (Tagus para los romanos) que se plasma en una hendidura en la Península de derecha a izquierda.







Después de un corto paseo, ya que el calor apretaba bastante, emprendemos la marcha con rumbo al castillo de Peracense donde tenemos intención de pasar la noche.

El viaje transcurre por solitarias carreteras en las que de vez en cuando nos encontramos con ganado pastando apaciblemente.








Finalmente, llegamos a la localidad de Rodenas y allí tomamos una carretera en bastante mal estado que nos lleva hasta el Castillo de Peracense, a 1365 metros sobre el nivel del mar.

El Castillo de Perecense es uno de los lugares de mayor interés turístico de la provincia de Teruel.

Aprovechando la topografía del terreno conforma un enclave defensivo casi inexpugnable. Se asienta sobre una mole rocosa, fuertemente escarpada, de arenisca de color rojizo (conocida como rodeno) que constituye el límite meridional de Sierra Menera. La utilización del propio rodeno para la construcción de la fortaleza permite obtener un conjunto totalmente integrado en el paisaje.

El espacio que actualmente ocupa el recinto fortificado ha sido habitado en épocas sucesivas por culturas diferentes.
En la Edad Media la importancia estratégica del Castillo de Peracense se acrecentó por su posición limítrofe, entre los reinos de Castilla y Aragón, y entre los señoríos de Albarracín, de Molina de Aragón, comunidad de aldeas de Teruel y comunidad de aldeas de Daroca. El cercano cerro de San Ginés fue el límite común de todos ellos hasta 1833.
Al contrario que muchos otros castillos del entorno no quedó abandonado tras los Reyes Católicos, y continuó siendo utilizado primero como prisión y después durante la I Guerra Carlista, como cuartel de un destacamento del ejército liberal.

Os recomendamos realizar la vista guiada y si disponéis de más tiempo, existe la opción de realizar 3 rutas de senderismo en los alrededores del castillo.






























Por la mañana, desayunamos admirando la bella estampa del castillo a través de las ventanillas e iniciamos el regreso.

Durante el viaje de vuelta no hemos dejado de ver inabarcables campos de girasoles y también nos hemos encontrado una agradable sorpresa. Muy cerca de la localidad de Ojos Negros podéis admirar un magnífico molino de viento muy bien conservado.








Y así termina este fin de semana en el que hemos conocido nuevos y preciosos rincones de la provincia de Teruel. Si buscáis naturaleza y tranquilidad es una muy buena opción.
Ahora a pensar en el siguiente destino. Se admiten sugerencias... ¡Hasta pronto!

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