domingo, 28 de junio de 2020

Valle de Benasque

¡Por fin! Tras un largo parón provocado por mi intervención quirúrgica primero y por el dichoso coronavirus después hemos podido volver a salir con la Bicharraca que la teníamos abandonada y con ganas de marcha.

Nos hemos decantado por el valle de Benasque, una zona de nuestro Pirineo que no conocíamos mucho y que nos ha encantado.

Con el fin de evitar atravesar el Congosto de Ventamillo con la autocaravana dimos un pequeño rodeo y en Graus nos desvíamos a la A-1605 hasta llegar al Alto de Bonansa donde existe un aparcamiento desde el que parten varias rutas de senderismo y donde hicimos la primera noche.

A la mañana siguiente madrugamos e hicimos la excursión que adentrándose en el bosque de Pegá nos lleva al Mirador del Isábena y la Borda de Ansuilo.


Finalizada la excursión continuamos por la A-1605 hasta el cruce con la N-260 para tomar dirección a Castejón de Sos y de allí a Benasque, donde estacionamos en el área de autocaravanas con alguna que otra dificultad con la barrera de acceso...
Desde la oficina de turismo me habían mandado información sobre actividades a realizar durante nuestra estancia y también nos habían recomendado varios amigos algunas opciones para disfrutar de nuestra semana en Benasque.

Al día siguiente hicimos la ruta de las Gorgas del Alba:

Se trata de un sencillo y entretenido recorrido circular en el que recorreremos un sendero botánico interpretativo con paneles identificativos de distintas especies de árboles y arbustos, pasando por un pequeño bosque de hayas hasta alcanzar las cascadas que forma el río Esera conocidas como Gorgas del Alba pudiendo contemplarlas desde los diferentes miradores dispuestos.

Debemos salir de Benasque por la A-139 en dirección a los Llanos del Hospital y a unos 9 kms llegaremos a un desvío a la derecha hacia los Baños de Benasque. A unos 600 m llegaremos al Hotel Turpi, frente al que existe un aparcamiento en el que deberemos dejar el vehículo y donde se inicia la ruta.


Una vez finalizada la excursión, regresamos a Benasque y dimos un paseo por las calles del pueblo en el que ya se empezaba a ver algo de actividad preparando esta atípica temporada de verano.



Para el día siguiente reservamos "el plato fuerte": El Forau De Aigualluts.

Se trata probablemente del lugar más visitado del valle. Se trata de una sima por la cual desaparecen las aguas procedentes del glaciar del Aneto para resurgir nuevamente en superficie en la Val de Arán, en la cuenca del río Garona. Antes de su desaparición las aguas procedentes del glaciar del Aneto desembocan en la gran pradera del Plan de Aiguallut, por donde serpentean formando pequeños meandros hasta precipitarse por la vistosa cascada de Aiguallut, la cual desemboca directamente en la gran sima de Aiguallut. 

Deberemos tomar la A-139 en dirección a los Llanos del Hospital y continuar por pista hasta el refugio de La Besurta (Tened en cuenta que desde el pasado viernes 26 de Junio y hasta el 13 de Septiembre el acceso a esta zona está regulado y sólo puede realizarse en autobús).

Desde la Besurta iniciamos la ruta y decidimos hacer el recorrido circular ascendiendo hasta el refugio de la Renclusa para luego continuar hacia el Plan de Aiguallut, la cascada y el Forau. Si queréis que la ruta sea más asequible podeís hacer la ruta directa ida y vuelta hasta el Forau pero os recomendamos el recorrido que hicimos nosotros, merece la pena.








El día siguiente decidimos tomarnos un respiro y nos acercamos a Eriste. Aparcamos junto a la piscina municipal y cruzando el río Esera puede realizarse un bonito paseo bordeando el embalse de Linsoles hasta la presa.




Para pasar la siguiente noche decidimos subir con la autocaravana hasta Cerler y desde allí continuar hasta el  alto del Ampriu, donde estuvimos rodeados de la más absoluta tranquilidad. Cómo debe cambiar el panorama del aparcamiento en plena temporada de esquí...


Con el fin de evitar aglomeraciones nos pegamos un buen madrugón y a las 7:45 ya estábamos preparados para hacer la visita a Las Tres Cascadas.

Existe la opción de hacer la ruta arrancando desde Cerler pero nosotros decidimos bajar hasta un apartado de la carretera (en Google Maps aparece como Parking al Born) y desde allí la ruta es mucho más corta y sencilla, llegando enseguida a la primera de las cascadas y desde allí enlazando con el camino que asciende desde Cerler.


Como colofón volvimos a Eriste y en ésta ocasión tomamos el camino que nos conduce hasta Anciles.

Aunque su tamaño le aproxima más a una aldea que a un pueblo, el maravilloso conjunto de casas que reune y su estado de conservación explican la unanimidad de elogios que despierta entre los visitantes.
El pequeño casco urbano, compacto y extremadamente limpio, está formado mayoritariamente por grandes caseríos señoriales pertenecientes a los siglos XVI y XVII. Muchos de ellos muestran enormes aleros tallados, bellas puertas dinteladas, grandes patios y delicados trabajos de forja como los barrotes en forma de espiga.


Y así termina nuestra semana disfrutando de los encantos del valle de Benasque. En el camino de vuelta os proponemos una parada en el monasterio de Obarra, Roda de Isábena, Graus o Alquézar si no habéis estado.

Por nuestra parte nada más. Esperamos que os haya gustado y os animamos a disfrutar del Pirineo Aragonés este verano. Saludos y hasta la próxima.